Si te haces la pregunta de si educas desde el respeto o desde el miedo, seguramente no dudes en decir yo educo desde el respeto. Pero, ¿sabes si utilizas el respeto como base de la educación de tus hijos?

 

¿Cuál es tu objetivo a la hora de educar a tus hijos?

Mi objetivo como madre en la educación de mis hijos es que hagan lo correcto, esté yo presente o no.

Generalmente, cuando estamos nosotras delante sí que cumplen los acuerdos, hacen sus tareas, siguen las rutinas… ¿Pero y si nos damos la vuelta? Si nuestros hijos tienen que hacer la cama, los deberes, ducharse, … solamente cuando estamos nosotras encima repitiéndole lo que tienen que hacer, hay algo que no está funcionando.

Para mí, educar consiste en introducir esos hábitos en los niños y que hagan lo correcto, aunque yo me dé la vuelta y esté haciendo otra cosa. Que no tenga que estar gritando desde la cocina que apaguen la tele porque he escuchado la música del final del capítulo.

Y conseguir que mis hijos hagan lo correcto y quieran tomar buenas decisiones, parte de la base de cómo actúo yo como madre.

¿Es posible que mis hijos tomen buenas decisiones sin tener que estar yo presente?

Para que los hijos tomen las decisiones correctas hay que dejarlos decidir. Obvio, ¿verdad?

Es importante dejar que tu hijo tome las decisiones correctas. Pero… ¡ojo! No las decisiones que tú como madre opinas (o sabes) que son las correctas, sino las que ellos consideren correctas en ese momento.

Está claro que se van a equivocar, que van a creer tomar una decisión correcta y van a tomar la que les lleve al desastre. Pero también eso forma parte del aprendizaje y debemos dejarlos decidir. Deben experimentar que se han equivocado y aprender por sí mismos que la decisión correcta era esa que no tomaron.

Nosotros, los padres y madres somos sus guías.

¿Qué es educar desde el miedo?

Es cuando hacemos sentir miedo o intimidación a nuestro hijo por nuestra manera de educar.

Ejemplos:

• Si comes tanto chocolate, se te caerán los dientes y te llevaré al dentista a que te pinchen.
• Como no hagas caso, te llevará la policía.
• Si no recoges los juguetes, los tiraré a la basura.

Si educamos con amenazas, premios, estamos haciendo sentir miedo a nuestros hijos.

Y ellos, desde este tipo de educación, tendrán una motivación para cumplir la orden: voy a hacer lo que me están diciendo para que no se enfade mamá o porque conseguiré algo a cambio.

Sin embargo, si mamá no está, ¿qué es lo que el niño tiene va a hacer?

La base de este tipo de educación está en que la figura de referencia esté presente (sea mamá, sea papá o bien un educador), dé una orden y una motivación para cumplirla.

Si tú desapareces, el niño hará lo que quiera, lo que crea conveniente, porque no tiene ningún aprendizaje de qué es lo que debe o no hacer.

¿Qué es educar desde el respeto?

La base de la educación respetuosa o crianza respetuosa es la comprensión, la tolerancia y la empatía. En definitiva, la conexión y el aprendizaje de tu hijo.

Ejemplos:

• Has comido bastante chocolate, es suficiente por hoy.
• Es hora de recoger los juguetes porque sino se pueden perder o los podemos pisar y romper.

Desde este tipo de educación, la motivación que tiene el niño es “lo voy a hacer porque es lo que tengo que hacer”. “Es lo que papá y mamá hacen y yo también lo hago así”.

Cuando te des la vuelta, tu hijo sabe lo que debe hacer y tiene que tomar la decisión de hacerlo o no. Pero tiene la base de la educación de lo que debe hacer, cómo debe hacerlo y por qué es importante.

Si educamos desde el respeto, fomentamos que los niños se sientan capaces de tomar las decisiones correctas. Y muchas veces, se equivocarán y debemos dejarlos para que aprendan cuál es la decisión correcta.

 

La clave de todo está en TI

Y es que según como tú actúes, recibirás un resultado diferente.